domingo, 20 de octubre de 2013

LOS CELOS

El tema de los celos es una amenaza real o imaginaria a nuestra relación con nuestra pareja por parte de otra persona (rival). Los celos malsanos se han descrito como “una preocupación irracional excesiva por la fidelidad de la pareja y que carece de bases objetivas” (Bishay y otros, 1996, pag9 ). Si padecemos celos malsanos, podemos inferir lo siguiente: que el “abandono” de nuestra pareja es inminente, que nuestra relación está amenazada cuando no es verdad, las conversaciones de nuestra pareja con otra persona son prueba de infidelidad, que ya no tenemos en exclusiva la atención o el amor de nuestra pareja y que nuestra pareja actúa de una manera que viola nuestros “derechos de propiedad”. Los celos se suelen combinar con otras emociones, por ejemplo: ¿y si me deja? Sin ella no podré vivir” (ansiedad); “si se siente atraído por otra mujer es que me encuentra repulsiva” (depresión); “Le romperé  la cara a ese cabrón por intentar quitármela” (ira). Según Hauck (1982), la causa de los celos no es la desconfianza hacia nuestra pareja, sino la falta de confianza en nosotros mismos: nuestra supuesta incapacidad de afrontar y vencer a rivales reales o potenciales porque nos creemos inferiores a ellos (por ejemplo, por no ser tan atractivos o buenos en la cama).
Cuando sufrimos celos malsanos es probable, entre otras cosas, que busquemos constantemente que nuestra pareja nos confirme su amor (de verdad me quieres?), que controlemos su conducta (“Me dijiste que fuiste al bar el viernes por la noche, pero Juan me dijo que no te vio), que busquemos indicios de infidelidad ( revisarle el celular para buscar conversaciones comprometedoras), que limitemos sus movimientos (“no quiero que vayas a la fiesta de tu oficina) y que la acusemos continuamente de infidelidad (“no me mientas más, sé que la estás viendo”). El resultado más previsible de esta conducta es conseguir que se aleje de nosotros mismos la persona a la que decimos querer tanto!
En los celos leves o moderados (lo que Ellis  [1996] llama “celos sanos”), también inferimos la existencia de una amenaza para nuestra relación pero la usamos como un estímulo para descubrir que puede funcionar mal en la relación e intentar corregirlo de una manera constructiva (por ejemplo: nuestra pareja está harta de que trabajemos tantas horas y de nuestra escasa actividad sexual, y nos comprometemos a dedicarle más tiempo tanto dentro como fuera de la cama). No exigimos la exclusividad de la atención o el amor de nuestra pareja porque comprendemos que puede ser atractiva para otras personas, sin que ello signifique que acabe en la cama con alguien.
Si la infidelidad ya se ha producido y aún queremos salvar la relación, podemos exponer con firmeza qué cambios esperamos en la conducta de nuestra pareja y las consecuencias de una “recaída”. Si somos rechazados por nuestra pareja, no debemos rechazarnos nosotros mismos a causa de ello porque la evaluación que hagamos de nuestra persona está en nuestras manos, no en la suya (“puede que ya no me quiera, pero aún puedo conseguir una pareja si así lo deseo).
En conclusión es importante identificar si “sufrimos de celos malsanos” y buscar soluciones a esto, de manera tal, que en futuras relaciones de pareja nos ahorraremos mucho “sufrimiento” y orientaremos más nuestra atención a disfrutar de la persona que hemos elegido.

Coaching para vivir. Michael Neenan y Windy Dryden. 2002

Adaptación: MC Vera M. Instituto Albert Ellis Colombia

2 comentarios:

  1. Creo que sufro de celos malsanos, he estado leyendo sobre las TREC de Albert Ellis, el problema es que no sé muy bien cómo utilizarlas para poder cambiar este tipo de celos, me gustaría saber cuánto cobras por la consulta.
    Gracias.
    Diana Ospina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Diana, con mucho gustote colaboro. Puedes comunicarte al 3168306010/ 5263249 Bogotá o enviarme un mail a mverapsi@gmail.com

      Eliminar